jueves, 11 de agosto de 2011

Miraré


Mírame ahora y no te escondas vida mía.
Mírame mas que el mundo mira la espléndida luna.
Mírame ahora, porque si no lo haces me tendré que marchitar y así marchito me desterraré al inframundo de lo eterno.
Desde ahí no podre librarme de tus besos ni de los cuidados que a mis vuelos tu le has dado.
Entonces desearé estar hundido en tu melena y aspirar el perfume de mil libélulas.
Lloraré y lloraré templado y cobijado entre las vigas de tu recuerdo, porque al llegar a algún puerto, decidiré embarcar.
Iré perplejo y solitario, pero recitaré un beso o dos o tres, porque los versos se me hacen incompletos, faltos y ambigüos.
Soy tuyo y nunca en verdad fuí de nadie mas, porque nadie mas vió lo que tu alma ha visto, ni palpó lo que tu pecho listo siempre admiró.
Ahí sentado en la vela mas potente, pelearé con el viento y le gritaré sin dientes, que eres tu a quien me debe regresar, porque soy yo quien te reclamo en sueños y yo soy quien no cesa de anhelarte.
Por tanto entonces miraré y miraré sin rumbo, no sea que quizás te encuentre entre lo diáfano y lo postrero.
Ahí amada mía te amaré y después de todo, miraré.
A.L. Ritter All Rights Reserved

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